Si nos sentimos necesitados del amor de Dios,
busquemos a Dios y pidámosle en el nombre de Jesucristo que nos bautice con su
Espíritu Santo, y entonces todo comenzará a cambiar en nuestras vidas.
No dudemos ni un solo instante de que Dios nos ama, y
nos ama profunda e infinitamente. Ten la seguridad que también EL a ti te esta
esperando con los brazos abiertos, como en la Lectura de Lc. 15 del hijo
pródigo, para bendecirte. Dios conoce hasta tus más íntimos pensamientos, tus
desviaciones, tu poco amor, tu debilidad, tus pecados, todo. Pero El ha tomado
la decisión de amarte y de amarte para siempre. ¿Y tú que decisión vas a
tomar?
Hna. Betty Hernández Ministra.
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